La ciudad de Manta tiene atractivos sin par y sin igual tanto naturales como étnicos y culturales. Esto le ha valido para consolidarse como una meca turística importante tanto para el Ecuador como internacionalmente. Pero, esta linda ciudad se enfrenta desde hace algún tiempo a la disyuntiva de convertirse en un puerto marítimo para barcos de gran calado, lo que significaría la pérdida de los actuales valores turísticos y la renovación de un cometido productivo capitalista. Los ciudadanos están abocados a manifestarse y proclamar también su visión, sus conceptos, su anhelo para determinar el futuro de la ciudad. El Gobierno nacional quiere implementar lo mejor para Manta, pero si la gente, los ciudadanos no saben hacia dónde quieren ir, muy difícilmente la ciudad podrá superar el escaño de la arbitrariedad por lo que cabe una pregunta metacognitiva importante...
Atentamente
Erick Bojorque
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